El hombre permanecía ingresado en el Hospital Álvaro Cunqueiro de la ciudad olívica desde el pasado 8 de febrero, cuando otro juzgado de Familia de Vigo acordó su traslado al centro médico después de haber sido detenido.
En aquel momento, estaba pendiente de un proceso penal, y la Fiscalía había pedido el internamiento psiquiátrico "no voluntario y urgente" del hombre, con el fin de llevar a cabo "un diagnóstico completo de su estado y, en particular de su salud psíquica".
Además, el Ministerio Público había pedido que los servicios sociales evaluasen la posible situación de vulnerabilidad de este octogenario y su capacidad para vivir solo y atender a sus necesidades. Ahora el Juzgado de Primera Instancia número 5 ha determinado su ingreso en una residencia.
Este anciano tenía, según apuntó la Policía, "atemorizado" al vecindario y sus actos vandálicos se han traducido en daños a cientos de coches y cerraduras.