Christina Malley estaba citada en la clínica cercana a su casa en Aberdeen, Escocia para recibir la vacuna contra el covid. La mujer de 80 años no acudió por lo que las sanitarias fueron hasta su residencia para administrarle la vacuna a domicilio. Allí encontraron un hecho que no esperaban.
Las sanitarias se encontraron al marido de Malley, también un hombre de avanzada edad, que les dijo que Christina estaba en el extranjero.
Las sanitarias encontraron en el interior de la casa los restos del cuerpo de la jubilada octogenaria y avisaron a la Policía. Las primeras hipótesis plantean que Christina Malley podría haber muerto hace 12 años, según ha publicado el tabloido británico The Daily Record.
La Policía ha abierto una investigación sobre la muerte de la mujer que actualmente tendría 80 años. Los forenses tratarán de determinar exactamente cuándo y cómo murió, pero han adelantado de que pudo haber sido hace más de una década.
Un portavoz de la policía de Escocia confirmó que las investigaciones sobre las circunstancias siguen "en curso".