Lillian Parks, una mujer de 87 años residente en la ciudad estadounidense de Bradenton, en Florida, ha sido acusada de matar a su nieto administrándole una sobredosis de droga que acabó con su vida, según el medio local Bradenton.
Su nieto, Joel Parks, de 30 años, padecía una discapacidad que le impedía valerse por sí mismo, y vivía junto con su abuela, que era su tutora legal. La hermana de Joel fue a visitarlo el pasado domingo y descubrió el cuerpo sin vida del joven. El padre del hombre había fallecido y su madre estaba separada, por lo que Joel solo tenía a su abuela.
La mujer confesó a las autoridades que había drogado a su nieto a propósito ya que sentía que no le quedaba mucho de vida y que nadie iba a poder hacerse cargo de él cuando ella muriese. Ahora, Lillian se encuentra bajo custodia policial en una instalación médica para ser evaluada. Se está llevando a cabo una investigación sobre el caso, y las autoridades podrían acusar a la mujer de asesinato en segundo grado.