Una pareja amenaza por segunda vez con suicidarse para recuperar a sus hijos en Las Palmas
La pareja ha tenido nueve hijos, uno de de ellos, fallecido
Han perdido la custodia de varios de ellos
La misma pareja que en mayo del año pasado mantuvo en vilo durante siete horas a los servicios de emergencia de Las Palmas de Gran Canaria al amenazar con lanzarse desde una azotea si los servicios sociales no les devolvían a su hijo pequeño ha vuelto a protagonizar este viernes un incidente similar.
Esta vez, el hombre y la mujer han permanecido unas ocho horas en el techo del edificio del barrio de Escaleritas donde viven como okupas, con pancartas en las que reclamaban el regreso de sus hijos, tutelados por los servicios sociales por desamparo.
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El hombre, de 59 años, y la mujer, de 38, han estado desde las 8.30 de la mañana, hora a la que recibió el aviso la Policía, paseando por la cornisa de la azotea, hasta que finalmente a las 17.00 horas han abandonado el edificio en el coche de una conocida.
Durante todo ese tiempo, han conversado con ellos varios agentes de la Policía Nacional y se han movilizado hasta el lugar ambulancias y efectivos del cuerpo de Bomberos.
Una conocida, que ha localizado a la mujer en la azotea, la ha llamado, primero a viva voz y luego por teléfono, tratando de convencerla de que depusiera su actitud e "hiciese las cosas bien", como ha gritado desde su vehículo.
En esta ocasión, la pareja se ha comunicado con los agentes en la puerta del inmueble y mediante cuatro pancartas que colgaban desde las ventanas de la vivienda, donde acusaban al Gobierno de Canarias de "robarles" a sus hijos.
Según detallaron fuentes policiales en el primero de los episodios en el mes de mayo, la pareja ha tenido un total de nueve hijos, uno fallecido hace años. De algunos de los otros ocho, han perdido la custodia.
El hombre ha sufrido un desvanecimiento y ha sido atendido por el personal sanitario de la ambulancia que se ha desplazado hasta la puerta, momento en el que la conocida ha logrado convencer a la pareja para que abandonasen la zona en su coche.
Primero ella, acompañada a pie por esta persona, y luego él, han subido al coche que les esperaba en una calle frente al edificio y se han retirado del lugar.