La almadraba se vacuna: la inmunización llega a los pescadores andaluces

Trabajan codo con codo para sacar el oro rojo de las aguas de Barbate. Es un oficio que requiere resistencia, que requiere proximidad, que sufre cuando el rostro debe ocultarse tras una mascarilla, y la distancia con el compañero requiere más atención que la propia pesca. La almadraba, un año después de su temporada más atípica, un año después de trabajar con extrema precaución, ve por fin la luz de la vacuna. Los almadraberos, como el resto del sector pesquero andaluz van a ser vacunados.

"Sólo puedo valorar positivamente que se vaya a vacunar por fin a nuestros marineros", dice a NiUS Miguel Molina, alcalde de Barbate. "Por fin, parece que este viernes se va a empezar con la vacunación de los marineros de nuestro pueblo".

"Me parece muy positivo", apunta Diego Crespo, Presidente de la Asociación de productores que agrupa a las almadrabas de Tarifa, Zahara de los Atunes y Conil. "Nos hace más fácil la tarea, porque aquí todavía, aunque estamos terminando la campaña de pesca, nos queda la leva de las artes. Son más de dos meses de trabajo. Llevábamos tiempo preguntando por la vacunación, nos decían que se estaba poniendo en marcha. Si se inicia el viernes, como se dice, por nosotros estupendo".

Y es que si se añade la cuarta almadraba de la provincia, la de Barbate, roza las cuatrocientas personas dedicadas a ese arte milenario, que ahora trabajarán con más tranquilidad. Es una mínima parte de un sector que agrupa en Andalucía a casi 1.500 embarcaciones, que mueve 300 millones de euros al año, y rondaba los 7.000 trabajadores directos en 2018.

"Todos sabemos la dimensión que tienen los barcos" explica Molina, cuyo puerto es uno de los más importantes de Andalucía en capturas. "En el momento que entre una persona que esté afectada, o contagiada, lo está toda la tripulación porque no hay el espacio para que ningún marinero se pueda aislar".

Barbate, cuyo ayuntamiento ha llegado a realizar un pleno especial para pedir las vacunas, respirará, como otros puertos pesqueros andaluces, más tranquilo. Su flota, mucha en Marruecos, regresa para encontrarse con la noticia. La almadraba, que realiza sus tareas a poca distancia de la costa, ya la celebra. La vacuna, como los atunes, ya está aquí.