Cocinar bien el pollo
La mayoría de la gente desconoce que la bacteria campilobacteriana es una de las causas más comunes de la diarrea. Esta bacteria se encuentra en el pollo crudo, por lo que se debería comer el pollo bien cocinado. Para ello hay que pinchar la parte más gruesa del mismo con el fin de ver si está bien cocinado, tal y como apuntan desde la BBC. Además, el pollo crudo en la nevera no debería entrar en contacto con otros productos alimenticios.
Carne cruda, ¿sí o no?
La ternera es una carne apta para consumir poco hecha, ya que es difícil que sea atacada por bacterias, aunque la parte externa si debe estar bien cocinada. La carne que no debería consumirse poco hecha es la de cerdo. También hay que cocinar bien hamburguesas, albóndigas y salchichas que no sean ahumadas.
¿Qué diferencia hay entre la fecha de caducidad y de consumo preferente?
No son lo mismo estos conceptos. Siempre que los alimentos lleven en el envase la leyenda “fecha de caducidad”, no habrán de ser consumidos después de la misma. De hacerlo es bastante probable que se sufra algún tipo de intoxicación.
La fecha de consumo preferente es distinta. La suele llevar alimentos que todavía se pueden consumir después de la fecha indicada. El motivo es que tienden a tardar en estropearse como las galletas o los frutos secos, el único inconveniente que puede encontrarse es que su sabor haya empeorado.
¿Debemos aprovechar la comida?
Algo que casi nadie sabe es que no es recomendable recalentar mucho los alimentos. Aun así, este proceso suele acabar con las bacterias, por lo que si al recalentar el alimento está medio frío significa que aún quedan algunas en su interior. No obstante, hay bacterias en ciertos alimentos que son difíciles de destruir, como sucede con la bacillus cereus, presente en el arroz.
No hay que meter alimentos calientes en la nevera
El frigorífico debería estar a una temperatura entre 0º y 5º para conservar los alimentos en buen estado. Al introducir comidas calientes en la nevera, se aumenta la temperatura de la misma, con lo que podrían estropearse ciertos alimentos.