Varios agentes de policía aguardan en la puerta del hospital Alder Hey de Liverpool, donde se encuentra el pequeño Alfie Evans en compañía de sus padres a la espera de que un avión le lleve al Bambino Gesu de Roma. El propio gobierno italiano ha puesto a disposición de la familia del pequeño dicho transporte, que según apunta DailyMail, estaría listo para transportar al niño.
"Realmente es una aplicación para la humanidad y el sentido común", sostiene el abogado de la familia, Paul Diamond, en referencia al orden judicial que mantiene la imposibilidad del traslado del pequeño a otro hospital.
A pesar de las predicciones de los médicos, quienes sostenían que el pequeño tendría que haber muerto a los pocos minutos de ser desconectado del soporte vital que lo mantenía con vida, Alfie sigue respirando 20 horas después de haber sido desconectado de dicha maquina.
Hazte Oír lanza una campaña para pedir el traslado de Alfie
Más de 176.000 personas de distintos países han apoyado la campaña 'Urgente: Salva la vida de Alfie Evans' promovida por HazteOir.org y su plataforma internacional CitizenGO.
El objetivo de esta campaña es pedir al director del hospital de Liverpool que permita que el menor, que sigue con vida, sea trasladado a otro hospital para que le realicen más pruebas y pueda determinarse con más fiabilidad un diagnóstico, tal y como han reclamado sus padres.
"Todos los que hemos escrito al hospital nos ponemos en la piel de los padres de este niño al que, con menos de dos años, se le niega un diagnóstico médico y sólo se le da la opción de desconectarlo. Confiamos en que el apoyo de la gente de fuerzas a los Evans y haga reaccionar a las autoridades del Reino Unido", ha subrayado el presidente del Grupo CitizenGO, Ignacio Arsuaga.
Desde la cuenta de Instagram donde los padres de Alfie actualizan la información sobre la situación del pequeño, han pedido una vez más que se siga "rezando" por la salud del pequeño. Del mismo modo muestran su entusiasmo al comprobar que su pequeño bebé sigue respirando casi un día después de ser desconectado de la maquina que le mantenía con vida.