Alex vagaba por las calles de Nueva Orleans perdido, desorientado y comiendo ramas y piedras como único sustento. Pero ni la falta de comida ni la soledad le hicieron perder su dulce mirada. Así lo recuerda Deanna Theis, subdirector de la 'Southern Animal Foundation' que acudió en su ayuda, según recoge DailyMail, cuando vio una foto de Alex en una web de un centro de control animal local. Theis prefirió ir en su busca a esperar a que le aplicasen la eutanasia.
El camino de la recuperación de este perro no ha sido fácil. Ha tenido que pasar por una complicada operación de estómago y someterse a una ajustada dieta. Ahora, con 43 kilos de peso, Alex es un animal nuevo que disfruta de la oportunidad que le ha brindado la vida.