El municipio pacense de Alburquerque se queda sin Policía Local por impagos, traslados y jubilaciones
El último agente que quedaba en la plantilla de la Policía de Alburquerque se jubila en febrero y ya está de vacaciones
El impago a los trabajadores municipales llevó a la plantilla de ocho agentes a prácticamente su desaparición
Cuatro alguaciles suplen en parte la labor de los policías, pero sin competencias suficientes
El municipio pacense de Alburquerque, cuya trabajadores municipales llevan más de un año sin cobrar, suma un nuevo episodio a su crisis, ya que actualmente se encuentra sin Policía Local, debido a que el único agente que quedaba en la plantilla se jubilará en febrero y durante enero está de vacaciones. Fruto de la crisis municipal, la plantilla de la Policía Local estaba prácticamente desmantelada, tras la marcha de unos que pidieron el traslado a otras localidades y la jubilación de otros.
La prolongada situación de impagos a los trabajadores municipales y las desavenencias con el anterior regidor municipal, Ángel Vadillo, llevó a la plantilla de ocho agentes prácticamente a su desaparición.
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Ante esta situación, el consistorio ha contratado a varios alguaciles, actualmente son cuatro, quienes suplen en parte la labor de los policías, puesto que no tienen competencias suficientes para salvaguardar la seguridad vecinal, ni incluso en materia de ordenamiento del tráfico rodado. En estos casos deben llamar a la Guardia Civil a la hora de intervenir, quienes acuden desde cualquier punto de la comarca en que se encuentren, por lo que su intervención se demora un muchos casos.
El caso del agente Juan Pedro Pulido
Los antiguos policías ejercen principalmente en Badajoz como es el caso del agente Juan Pedro Pulido, quien, al igual que sus excompañeros, estaría dispuesto a volver a su pueblo si el Ayuntamiento supera la actual situación de grave crisis que atraviesa.
Pulido mantuvo en enero de 2021 una huelga de hambre en las puertas del consistorio durante cinco debido al impago de sus nóminas, que supuso el inicio de las protestas de los empleados públicos, reivindicaciones que continúan un año después, puesto que a algunos de los 200 trabajadores con que contaba entonces la plantilla (actualmente son unos 140 )se les adeudan hasta 13 nóminas.