Según recoge Russia Today, tras analizar este tipo de agua los científicos hallaron que el fluido presenta un alto contenido en desinfectantes para agua, restos de productos farmacéuticos y otros productos químicos, lo que hace que el agua envasada pueda causar daños importantes a la salud.
Según Chris Winder, profesor de toxicología de la Universidad Católica Australiana, los estudios realizados en animales han concluido que el bisfenol-A puede provocar diversos problemas de salud, como trastornos en el sistema reproductivo, en el sistema nervioso central, tiroides, así como conducir a la obesidad o causar hipertensión y diabetes.
Un estudio anteriormente realizado en EE.UU. ha reflejado que en la orina del 95% de las personas que bebían agua embotellada a las que se les realizaron análisis, incluidos niños y mujeres embarazadas, presentaban restos de bisfenol-A.
Asimismo otro de los inconvenientes añadidos del agua embotellada es su alto coste (unas cien veces más que la del grifo) además de que la producción de botellas de plástico contribuye a la contaminación del medio ambiente, pues para el envasado de agua se producen alrededor de 1,5 millones de toneladas de plástico al año.