Una joven ha denunciado a través de sus redes sociales la historia del gato Coqui. El animal había desaparecido de su casa, donde acudía de manera habitual, hace dos semanas, y no volvió a aparecer. La familia lo daba por perdido hasta que el pasado 25 de diciembre la mascota llegó arrastrándose y malherido a su casa.
Coqui tenía hasta 15 disparos en su cuerpo de una escopeta de balines, uno de ellos en su ojo, lo que le había provocado una infección y le ha hecho perderlo. Además, tiene otro disparo a poco milímetros del otro ojo, por lo que ha estado a punto de perder la visión de manera total.
La joven que cuidaba de él cuando el animal acudía a su casa ha presentado una denuncia ante el Seprona para tratar de encontrar al autor de este brutal acto de violencia animal. Los hechos sucedieron sobre la zona de Lérez-La Torre en Pontevedra.