El corredor Callum Hawkins va primero en la Maratón de los Juegos de la Commonwealth en Australia. En el kilómetro 38 cae. El público hace amago de ayudar pero se retiran. Saben que quedaría descalificado. Tras segundos se levanta y sigue. Pero se tambalea. Nada más pasar el kilómetro 40, a dos del final, pasa esto. Cae contra la valla agotado, Probablemente un golpe de calor. Nadie hace nada. Bueno sí, con muy poco gusto algún espectador saca fotos. El segundo a la carrera le sobrepasa sin parar. Los servicios médicos ya están ahí. Hawkins parece rechazar la asistencia, sabe que quedaría descalificado. Muchas veces sin glucosa en el cerebro el corredor no rige, y es ahí donde el médico, por los síntomas, tiene que tomar una decisión delicada. La competición o el riesgo, no es la primera vez que vemos situaciones tan al límite.