Fue en 2014 cuando Martin decidió que quería conocer a sus padres biológicos, a pesar de que sus padres adoptivos le habían proporcionado los documentos que necesitaba para conocerlos cuando cumplió 18 años,l tal y como recoge The New York Times. Y fue en 2014 porque ese fue el año en el que supo que iba a ser padre, hecho que le hizo cambiar de opinión. Quería conocer al resto de la familia que no conocía.
Así, tras unas pocas llamadas, consiguió el teléfono de Michele Newman, su madre biológica. Residente en Hilo, Hawaii, Michele estuvo casada en dos ocasiones y no tuvo ningún hijo más. Fue en una pausa para comer de su trabajo en una ONG que ayuda a hombres que habían experimentado o habían sido acusados de violencia machista cuando recibió la llamada de su hijo.
“Llamé a mi madre. Luego volví al trabajo y le dije a mi jefe: ‘Tengo que irme a casa el resto del día’”, indicó Martin. Mientras, Michelle, al enterarse de quién era la persona que estaba llamando, comenzó a llorar de inmediato. "Fue simplemente increíble y abrumador escuchar su voz", explicó la mujer. Por su parte, él, dijo que "éramos dos extraños, nos reuníamos por primera vez, y ya teníamos un vínculo emocional".
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Entonces, Michelle empezó a relatar el motivo de porqué había sido entregado en adopción. Y es que ella se quedó embarazada cuando era una estudiante de secundaria. Además, la relación que mantenía con el padre de Martin, Dave Lindgren, se había terminado meses antes de darse cuenta de que estaba embarazada. Por todo ello, y por no contar con el apoyo de la familia, dio al pequeño en adopción.
Así, mientras Michelle mantenía una vida itinerante que terminó con un trabajo en Hawái; Dave, que comenzó a trabajar cuando era joven, se quedó en Marshfield, Wisconsin, de donde eran ambos. Allí, el padre biológico se casó hasta en cuatro ocasiones y tuvo cuatro hijos, incluido Martin, y cuatro hijastros.
Y fue Michelle la que decidió retomar el contacto con Dave para hablar sobre la excepcional noticia. Sin quererlo, comenzaron a hablar habitualmente, a tal nivel que él acabó por visitarla en Hawái. Y lo que empezó como un deseo de Martin, el de conocer a sus padres biológicos, acabó en una bonita historia de amor.
"Creo que mi corazón ya estaba a medio camino del enamoramiento", explicó Michelle antes de reencontrarse con Dave, "porque en el momento en que lo vi, pensé: 'Dios mío'". Él lo sintió también. "Podría decirlo", dijo. "Eso es todo." Se dieron un abrazo, luego un beso, y a partir de ahí, surgió el amor.
Y claro, la historia no podía acabar de otra manera que no fuese en boda. Todo ello a pesar de que cuando Dave se lo propuso por primera vez, ella dijo que “somos viejos, no necesitamos esto”. Pero su insistencia surgió efecto y acabaron programando un enlace muy especial, ya que fue el propio Martin que ofició la ceremonia.
Casi 40 años después del nacimiento de Martin, de que este fuese adoptado por una pareja y de que sus padres biológicos perdiesen por completo el contacto, la decisión de reencontrarse con sus progenitores tanto tiempo después acabó de la mejor manera posible.