Joslyn Stinchcomb, una adolescente de 15 años, caminaba el viernes pasado por su vecindario de Winder, en la ciudad estadounidense de Atlanta, cuando de pronto fue atacada por dos pitbulls que habían salido a pasear con su dueña, pero sin correa. La agresividad de los animales fue tal que, aunque la joven sobrevivió, sufrió graves heridas en el cuello y la cara, le arrancaron gran parte de su cuero cabelludo y su oreja izquierda. "Nunca volverá a tener cabello", comentó la tía de la víctima en redes sociales.
Stinchcomb caminaba por un callejón de su barrio cuando, sin provocación alguna, los dos animales corrieron a atacarla. Un vecino advirtió a la policía, y cuando un agente llegó para asistir a la joven, la encontró boca abajo en la vereda. Un perro le mordía el cuello, mientras que el otro le clavaba los dientes en la cabeza. El oficial se acercó a la escena y uno de los animales se dirigió hacia él en actitud agresiva. Entonces, le disparó y ambos perros salieron corriendo del lugar.
La niña fue trasladada de urgencia en helicóptero al hospital Grady Memorial, donde se descubrió que, entre otras cosas, tenía la traquea dañada y tuvo que ser asistida por un respirador. "!Fue un ataque espantoso. Muy trágico para esta joven y su familia", señaló el jefe policial del condado de Barrow, Jud Smith, a la cadena norteamericana WSB-TV2
Mientras, la dueña de los perros, identificada como Alexandria Torregrossa, de 29 años, fue arrestada, pero recuperó la libertad bajo fianza. "Fue acusada de conducta imprudente por tener a los perros sueltos, que se abalanzaron sobre la niña, la atacaron y la mordieron", agregó el jefe de la policía.
Charity Stinchcomb, la tía de la joven atacada publicó en Facebook un desgarrador mensaje junto a la foto de la menor, que, abrazada a un pequeño oso de peluche, lucha por su vida en una sala de cuidados intensivos del citado hospital. La familiar de la joven describe las terrible secuelas que sufrió por la agresividad de los pitbulls. "La traquea de Joslyn fue aplastada y lacerada. Fue operada, pero va a tardar semanas en sanar. Mientras tanto, la pequeña está conectada a un respirador", escribió Charity.
"Esos perros asesinos también le agarraron el pelo lo suficientemente fuerte como para arrancarle todo el cuero cabelludo. En este momento no le queda pelo -continúa el escrito-. Nunca volverá a tenerlo". Además, la tía de Stinchcomb agregó que los animales le habían arrancado la oreja izquierda a su sobrina y que, a pesar de que los médicos se la reinjertaron, dijeron que no sabían si iba a ser rechazada. Y tampoco se sabe si el oído sufrió alguna lesión seria por el ataque.
Además, la muchacha recibió cortes a causa de los mordiscos en todo su rostro, por lo que pudo sufrir lesiones en los nervios, algo que, en el futuro le puede llegar a impedir acciones y gestos básicos como sonreír o parpadear.
"Nuestra hermosa niña está luchando física y emocionalmente", dice luego el texto en Facebook, que finaliza con una súplica a la gente para que rece por la salud de la menor. También, se informó que abrieron una cuenta para poder afrontar los gastos de la atención médica de la menor en la plataforma PayPal. Por su parte, los dos perros fueron sacrificados poco tiempo después del ataque a la niña.