Cojeando y con una muleta en la mano llegaba a los juzgados. Es Esteban, de 68 años, sentando en el banquillo por el presunto asesinato de Jennifer, su mujer, de 46.
Sucedió hace casi dos años, en enero de 2018, en Los Realejos, al norte de Tenerife. La pareja, en trámites de separación, había tenido una fuerte discusión telefónica, que continuó cuando él llegó a casa.
Según el propio acusado, fue ella la primera en atacar, lo empujó y agredió con un arma blanca hiriéndole en varias ocasiones. Fue entonces cuando él, solo en defensa propia, la habría apuñalado antes de salir corriendo en su vehículo, algo que para la acusación fue, realmente, una huida.
La Fiscalía asegura que fue él quien cogió el cuchillo y se lo clavó a Jennifer en varias ocasiones acabando con su vida que luego se autolesionó para tener una excusa, pero que, nervioso, cogió el coche para escapar y tuvo un brutal accidente mientras lo hacía.
Piden para él 15 años de prisión, mientras la defensa aboga por la absolución de Esteban. Será un jurado popular el que dicte el veredicto.