Cuatro de cada cinco adolescentes y mujeres jóvenes que participaron en la encuesta experimentaron acoso sexual en el espacio público. Los índices más elevados ocurrieron sin contacto físico, es decir mayoritariamente verbal: piropos y masturbación en público.
El acoso callejero es una realidad estructural, tan así que la mitad de las niñas y las jóvenes encuestadas de entre informaron estar acostumbradas al acoso en los espacios públicos por la frecuencia con la que se produce.
De ahí que la mayoría valora como "no especialmente graves" las situaciones de acoso callejero que han vivido. Estos consisten en piropos, comentarios insinuantes, insultos, miradas insistentes, acercamientos y tocamientos no deseados, así como el sentirse perseguidas por la calle.
El estudio confirma que en Madrid, que se considera una de las ciudades más seguras del mundo, la violencia física es un tema menor en comparación con los constantes casos de acoso verbal o sin contacto físico directo.
Sin embargo, otra vez los espacios abiertos, en las calles y parques específicamente son los lugares donde ocurrieron estos acosos en el 87% de los casos y el 39% en el transporte público. Entre los puntos negativos de Madrid señalados por la encuestadas se ubican en la Puerta del Sol y Plaza Mayor, la estación de Trenes de Atocha, en algunas calles de Lavapiés.
Madrid, sin embargo es también la ciudad en la que menos incidentes se han reportado en el periodo de estudio y la mayoría de los casos manifestados han sido de acoso verbal. Este dato contrasta con los de otras ciudades donde el nivel de violencia y la prevalencia de esta son sensiblemente superiores. Los recientes cambios legislativos y las campañas de sensibilización en España y de Madrid evidencian sus efectos.
En el estudio niñas y mujeres de hasta 31 años expresaron y compartieron sus experiencias, en las que revelaron las situaciones de acoso callejero cotidiano convertida para ellas en una realidad palpable de incomodidad e inseguridad en el espacio público. Estas situaciones se presentan en su día a día de múltiples forma, a veces más sutil y otras más evidente.
Los expertos recuerdan que "la violencia sexual callejera por razón de género", consiste en recibir comentarios no deseados, gestos y acciones impuestas por un extraño en un lugar público sin consentimiento y dirigidas hacia la víctima debido a su sexo real o percibido, género, expresión de género u orientación sexual”.