El joven golpeó a su madre en repetidas ocasiones, provocándole la pérdida de la visión en su ojo izquierdoGetty Images
Un joven ha aceptado una pena de tres años de cárcel por golpear a su madre, que perdió la visión en un ojo por las heridas
Los hechos ocurrieron en 2019 en Barcelona y el joven ya era mayor de edad en ese momento
La pena se ha reducido de 9 años y 6 meses a 3 años por el trastorno ansioso depresivo que sufre el hijo
Un joven ha aceptado una pena de prisión de tres años por golpear a su madre, que tuvo que ser ingresada en la unidad de cuidados intensivos y que perdió la vista en un ojo.
El juicio se ha celebrado este martes en la Audiencia de Barcelona con la lectura del acuerdo de conformidad entre Fiscalía, defensa y acusación para imponer al acusado los tres años de cárcel después de que el joven aceptase los hechos que se le imputaban.
El castigo acordado supone rebajar a un tercio la pena que pedía el Ministerio Público, que en su escrito provisional reclamaba para el procesado nueve años y seis meses de prisión por un delito de lesiones agravadas por un motivo de parentesco.
El hijo ya era mayor de edad cuando ocurrieron los hechos
Los hechos que narra la Fiscalía en su escrito provisional y que ha aceptado el acusado ocurrieron el 22 de abril de 2019 en el domicilio en el que vivían madre e hijo, en una ciudad del área metropolitana de Barcelona.
Tras una discusión, el hijo, que ya era mayor de edad, agredió a su madre "con ánimo de atentar contra su integridad física", propinándole bofetadas, golpeándola reiteradamente con los puños y agarrándola del cuello.
La Fiscalía remarca que la madre, como consecuencia de los golpes, sufrió diversas lesiones, sobre todo en la cara y en la cabeza, por lo que tuvo que requerir atención médica quirúrgica, pasando nueve días en la unidad de cuidados intensivos, 11 días hospitalizada y 41 de baja laboral.
La víctima, informa la Fiscalía, tardó 118 días en curarse del todo de las lesiones que padeció, y ha perdido la visión del ojo izquierdo como secuelas de los golpes que le propinó su hijo.
Las partes, para el acuerdo de la reducción de la pena, se han apoyado en el trastorno ansioso depresivo que sufre el hijo.