Algunos testigos hablan de milagro, otros de buena suerte el de una mujer que iba al volante de su coche cuando una barra de hierro caída desde un edificio atraveso el parabrisas sin lesionarla. El accidente ha ocurrido en Cangas, al paso de la borrasca Cecilia que provocó que las ráfagas de viento hicieran volar las piezas metálicas.
La vecina de Cangas, de 38 años, ha contado a El Faro de Vigo que vio cómo volaban como plumas dos barras de hierro; una de ellas, de dos metros de largo, terminó incrustándose en su parabrisas y a pocos centímetros de su cabeza. Eso sí, le arrastró un mechón de pelo haciéndola entrar en pánico al darse cuenta de lo cerca que había estado de herirla.
"Volvió a nacer", aseguran desde la Policía y Protección Civil conscientes de que poco faltó para que ocurriera una tragedia al desprenderse parte de la cubierta de un edificio de cinco plantas y arrastrar estos perfiles metálicos sobre la vía pública.
El paso de la borrasca Cecilia ha dejado mucho frío, fuertes marejadas e impresionantes ráfagas de viento, que han obligado a suspender el transporte de pasajeros en la ría entre Cangas y Vigo y Moaña y Vigo durante varias horas.