Sábado por la noche en Murcia. Raúl se está divirtiendo con sus amigos en una discoteca cuando decide salir a tomar el aire. Ve a una pareja discutir en un callejón por donde no pasa nadie y decide actuar. Se despierta en el hospital con la cara destrozada y consciente de que acaba de salvar una vida: “si le pega como me pegó a mí la habría matado seguro”, afirma.
Todo sucede muy rápido. “Escucho que le está pegando y cuando me acerco veo cómo le coge la cabeza y se la estrella contra el coche”. En ese momento llama al hombre para intentar separarlos, “venga vámonos”, le dice. Pero la agresión se vuelve contra él. “Me pegó un puñetazo y me dejó inconsciente”, cuenta. Y lo siguiente que recuerda es despertar en el hospital Reina Sofía de Murcia. Ahora tiene que esperar a una operación en el ojo y posiblemente también en la nariz y los pómulos. “Tengo puntos, golpes por detrás de la cabeza de darme contra el suelo y por delante de lo que me pegaba él”, resume.
Raúl se encuentra dolorido. “Ahora mismo me siento reventado”, pero asegura que lo volvería a hacer. “Me arriesgué, pero por lo menos la ira la descargó conmigo”, narra ante la mirada preocupada de su madre. Ella está orgullosa de su hijo. Sabe que ha ayudado a salvar una vida, pero confiesa que cuando lo vio “pensaba que se moría”. Una vez que Raúl esté recuperado tienen previsto presentar una denuncia ante la Guardia Civil.
No hará lo mismo la chica, aseguran. Sin embargo, en casos como estos la Policía Nacional investiga de oficio. Esta misma tarde la Unidad de Familia y Mujer de la Policía Nacional se ha presentado en el hospital para hablar con Raúl. Investigan si se trata de un caso de violencia de género.