“Los abuelos son como el corazón. Si tu corazón se para, todo el mundo se da cuenta. Sin embargo no piensas cada día que tienes un corazón. Con los abuelos pasa lo mismo”, afirmaba a Europa Press el presidente de la Asociación de Abuelos y Abuelas de España, Francisco Muñoz García-Vaso. Y las cifras le dan la razón.
Según la última oleada del Barómetro sobre Neurociencia y Sociedad, llevado a cabo por IPSOS a nivel nacional, ocho de cada diez mayores de 60 años son partidarios de cambiar las vacaciones de los más pequeños para que los padres puedan estar con sus hijos. Algo que no es de extrañar, ya que son ellos los que asumen el papel de cuidar a los más menores cuando sus progenitores tienen que cumplir con sus obligaciones laborales.
En concreto, un 23,5% de abuelos está con sus nietos cada día, lo que supondría casi uno de cada cuatro, según una encuesta de la fundación Mémora. En el estudio se recoge también que el 39% de los abuelos cuida a los nietos varios días a la semana, el 17% lo hace solo un día y también el 17% lo hace de forma espontánea.
Unas cifras que eleva el Ministerio de Sanidad. La encuesta Mayores, presentada en el año 2010, recogía que la mitad de los abuelos cuidaban diariamente de sus nietos. A ellos les dedican una media de seis horas diarias, es decir, prácticamente una jornada laboral. Y sin remunerar.
Entre las principales razones para que los abuelos se hayan convertido en los cuidadores de los más pequeños se encuentran la dificultad para conciliar la vida laboral y personal y la crisis económica. Esto último hizo que más de la mitad de los mayores españoles tuvieran que ayudar a sus hijos, según un estudio publicado en el año 2016 por Mensajeros de la Paz.
Según un estudio longituinal publicado en el año 2017 por la revista Evolution and Human Behavior, los abuelos que cuidan a sus nietos de forma ocasional muestran una esperanza de vida más larga que la de los que no lo hacen. En concreto, de hasta cinco años más. Dicho informe se llevó a cabo con datos recogidos del seguimiento de un grupo de mayores de Berlín entre 1990 y 2009.
No es el único beneficio. Otro estudio reciente publicado por los investigadores del Women’s Health Aging Project de Australia concluía que las personas que cuidaban a los más pequeños una vez a la semana tenían menos posibilidades de contraer enfermedades neurodegenerativas como el alzheimer.
En el lado contrario, en cambio, se encuentran los más pequeños, ya que, según un estudio de la Universidad de Ciencias de la Salud Pública de Glasgow, la influencia que tenían los abuelos en la vida de los nietos era negativa. Esto se debía que solían consentir más a los pequeños, lo que puede producir una ingesta mayor de alimentos con exceso de azúcares o la escasa actividad física.
Un cuidado que el 90% de los abuelos confiesa que les gusta, mientras que el 4% asegura que se resigna a hacerlo y el 2% que les genera estrés y cansancio. Aun así, no es de extrañar que prefieran poder descansar de vez en cuando y que apuesten por que los más pequeños pasen con sus padres las vacaciones.