La justicia ha absuelto a un hombre, acusado de maltrato a animal. Sus perros murieron en su coche, aparcado en la calle el pasado agosto cuando los termómetros marcaban 43 grados, sin embargo, el juez considera que "no se ha acreditado que el acusado tuviera intención de causar la muerte de sus propios animales".
El Juzgado de lo Penal número 2 de Córdoba ha absuelto al hombre que estaba acusado de un delito continuado de maltrato animal, después de que sus perros fallecieran encerrados en su coche aparcado, cuando la temperatura exterior era de 43 grados centígrados en la capital cordobesa en agosto de 2017.
En la sentencia del Juzgado de lo Penal número 2 de Córdoba el juez señala que "no se ha acreditado que el acusado tuviera intención de causar la muerte de sus propios animales" y agrega que "para condenar a una persona por la comisión de un delito es preciso que la presunción de inocencia quede desvirtuada mediante prueba de cargo suficiente, practicada en el acto del juicio".
En dicha resolución, el magistrado destaca la reacción del varón al llegar a la zona "que no fue otra que ayudar a salvar las vidas de su animales, tratando de llevar cubos de agua e intentando colaborar en todo lo que se le solicitaba por los agentes".
"Simplemente, dejó aparcado su coche para realizar una gestión y debido al motivo que fuera", lo cierto es que "el encargo se demoró o complicó lo que hizo al acusado olvidar la situación de riesgo creada hasta el punto de que cuando decidió volver se encontró con el desolador panorama por el que ahora se le acusa", según apunta el juez, quien remarca que "no existe indicio que permita concluir que el acusado aceptara en su fuero interno tan trágico resultado".
Asimismo, se señala que la conducta de abonar los gastos de veterinario, solicitar la entrega del único animal superviviente --que ahora pide el juez que se le entregue por parte de la protectora de animales cordobesa 'El Arca de Noé'-- e incluso el propio lugar donde aparca el coche en pleno centro de la ciudad "poco se corresponde con quien actúa intencionadamente para causar la muerte de sus propios animales".
En definitiva, el juez asegura que no discute "la conducta gravemente negligente" del acusado, ni tampoco su propia letrada, quien la llegó a calificar como "imperdonable", pero "en el actual sistema de tipificación de la imprudencia la conducta es atípica".
A modo de comparación, cita los supuestos de adultos que se dejan u olvidan en sus coches a menores de edad, "produciéndose a veces resultado mortal o al menos riesgo para la vida de los menores, sin que en ninguno de estos casos, se llegue a acusar por homicidio doloso y sí por el imprudente, que tratándose de personas es sancionable, no así cuando de animales se trata, actualmente atípico".
El hombre dejó a siete perros en el coche mientras hacía unos recados. Cuando llegó, una hora después, la policía rodeaba su coche. Tres de los animales ya habían muerto, otros tres fallecieron en la clínica veterinaria y solo sobrevivió una perra, que ahora deberá ser devuelta al enjuiciado, finalmente absuelto.