Pequeñas y molestas para la mayoría, las hormigas se han convertido en la principal fuente de ingresos de un empresario de Singapur que ha decidido venderlas al público como mascotas. Aunque la idea de las granjas de hormigas no es nueva, se trata del primer negocio de este tipo en la ciudad y ha atraído la atención rápidamente. Un lugar donde pasar el tiempo observando el ir y venir en los hormigueros.
Todos los ejemplares son producto local, asegura el dueño, que explica que se recogen con cuidado en los alrededores después de las tormentas. Todavía no está claro si pueden ser domesticadas, pero sí hay que alimentarlas como a cualquier otro ser vivo a nuestro cargo. En este caso, el dueño recomienda gusanos. O en su ausencia, servirles fruta y miel.
La tienda ofrece hasta 30 especies diferentes de hormigas. Se venden en packs de iniciación por algo menos de diez euros e incluye una hormiga reina. Un pasatiempo para amantes de los insectos y mentes curiosas siempre y cuando no sean propensos a sentir picores.