Los investigadores de la División de Investigación de Kaiser Permanente en California han informado que el tipo de radiación que desprenden las señales wifi y los teléfonos móviles, ejercen la suficiente presión sobre el cuerpo como para causar daños genéticos que pueden conducir a un aborto espontáneo.
Según informa The Sun, el estudio se ha llevado a cabo en 913 mujeres embarazadas a las que pidieron que usaran un dispositivo de monitoreo de campo magnético durante 24 horas.
A medida que el embarazo avanzaba, las participantes fueron anotando sus síntomas día a día y manteniendo entrevistas con los investigadores.
Al final del estudio, se concluyó que las mujeres que habían estado menos expuestas a este tipo de radiaciones tenían un 10,4% de posibilidades de sufrir un aborto involuntario, mientras que entre las embarazadas con mayor presencia de estas señales magnéticas, dicha probabilidad aumentaba hasta un 24,2%.
Los científicos han concluido por lo tanto que una embarazada que se expone demasiado a las señales magnéticas no ionizantes presentes en señales wifi, teléfonos móviles, o torres de alta tensión, tienen un tercio más de probabilidades de perder a su bebé que si no existiera dicha exposición.
De-Kun Li, principal investigador del estudio además de epidemiólogo reproductivo y perinatal, informa que “el estudio proporciona evidencia de que la población humana expuesta a la radiación no ionizante del campo magnético podría tener impactos biológicos adversos en la salud humana".
"Esperamos que los hallazgos de este estudio estimulen estudios adicionales muy necesarios sobre los riesgos ambientales potenciales para la salud humana, incluida la salud de las mujeres embarazadas", agrega.