Aaron Philipp es una mujer que ha sufrido tres tipos de marginación: es negra, tetrapléjica y transgénero. Sabía que conseguir visibilidad era casi un milagro pero su empeño ha podido con todo. Las redes han sido como su varita mágica; harta de sufrir la discriminación la adolescente las utilizó para hacerse oír y reivindicar la belleza en cualquiera de su versiones.
Hizo tal ruido que la prestigiosa agencia Elite de Nueva York la fichó como modelo. Luego llegó que Naomi Campbell se interesara por ella y la hiciese una entrevista y ser portada de una conocida revista. Ella lo reconoce: llegan otros tiempos, un momento en el que todos los tipos de cuerpos, de personas son considerados deseables y comerciales. Los diseñadores saben subirse a las tendencias y empiezan a incluir a modelos como Aaron en sus desfiles. La diferencia y la diversidad están de moda.