España ya reclamó el pasado verano a Filipinas el indulto para Larrañaga a través del entonces defensor del pueblo, Enrique Múgica, que se encontraba de viaje en el país asiático, y las autoridades filipinas respondieron que estudiarían el caso.

Larrañaga, de padre guipuzcoano y madre asiática, fue condenado a muerte en este país por el secuestro, violación y asesinato en 1997 de dos hermanas, aunque en 2006 le fue conmutada la pena por la de cadena perpetua.

El 6 de octubre de 2009, después de innumerables gestiones legales y diplomáticas, fue traído a España para terminar de cumplir la condena en la cárcel donostiarra de Martutene, donde hoy ha recibido la visita de sus padres y de sus tíos, además de la de los dos senadores nacionalistas.

A la salida del centro penitenciario, Anasagasti ha explicado que su partido está trabajando con el Ejecutivo "para que haga una gestión con el Gobierno filipino" y tratar de "lograr un indulto, amnistía o conmutación de la pena".

Además, ha explicado que los senadores del PNV también están trabajando con el Ministro de Justicia con el fin de "adelantar al máximo los grados penitenciarios" de Larrañaga y "la concesión de permisos".

Anasagasti ha recordado que la anterior presidenta filipina, Gloria Macapagal, "eliminó la pena de muerte de la Constitución" de su país, y que el actual presidente, Benigno Aquino, "parece que está dispuesto a cualquier tipo de acción humanitaria".

El político nacionalista ha precisado que existe un "reporte" de la Organización de las Naciones Unidas dirigido al Gobierno filipino que recoge "claramente" que el juicio de Larrañaga estuvo "muy amañado", que se celebró "sin ningún tipo de garantías" y que en él el reo "demostró que cuando se produjo el asesinato y las violaciones de las que fue acusado no estaba en el lugar de los hechos".

"Por lo tanto, creo que una gran injusticia se ha hecho contra un chaval que ya lleva 16 años en prisión y al que se le está destrozando la vida", ha concluido.