El Obispado de Lleida ha emitido hoy un comunicado en el que subraya que "desde ahora" se aparta de dicho proceso judicial, que se encuentra en fase de recurso, y que por lo tanto no impugnará, recurrirá ni comparecerá ni siquiera como apelado ante el juzgado civil.
El escrito de la diócesis leridana se ha hecho público el mismo día en que el obispo de Lleida, Joan Piris, se ha reunido en Madrid con el de Barbastro, Alfonso Milián, y el nuncio del Papa en España, Renzo Fratini, para tratar de llegar a un pacto eclesiástico sobre los bienes en litigio.
El proceso civil del que ahora se retira el Obispado es el iniciado por la asociación Amigos del Museo de Lleida, que pretendía que un juez estableciese que las obras en litigio eran propiedad de la diócesis leridana.
Sin embargo, la juez del caso, Beatriz Terrer, desestimó la demanda de la entidad al considerar que no queda probado que Lleida sea la propietaria de las obras, que desde hace quince años reclama Barbastro-Monzón, por "usucapión", es decir, por posesión pacífica y continuada de los bienes.
Amigos del Museo ya ha recurrido la sentencia, un proceso en el que ya no tomará parte el Obispado de Lleida, que ha expresado su intención de "acatar la resolución última eclesiástica" sobre el conflicto, ya que el Vaticano ha ordenado en reiteradas ocasiones a la diócesis leridana que entregue las piezas a Aragón.
El obispado catalán ha insistido en que su voluntad desde un principio ha sido la de cumplir las órdenes del Vaticano, pero que no ha podido hacerlo porque el Consorcio del Museo de Lleida, en el que se encuentran las obras en litigio, no ha dado su permiso para sacarlas del mismo.
El obispado de Lleida señala además que los únicos tribunales competentes para resolver el litigio son los de la Iglesia, aunque se ha visto involucrado como parte demandada en el proceso civil.
"Llegados a este extremo, ante las dudas, incomprensiones, comunicados, atribuciones, afirmaciones, querellas y críticas recibidas, este Obispado reitera en el reconocimiento y acatamiento de las resoluciones canónicas y su validez", subraya la diócesis.
El obispado reconoce además la validez del acuerdo que firmaron en junio de 2008 los obispos Salinas y Milián y el Nuncio del Vaticano en España, según el cual se acordaba la entrega de las obras a Aragón en un plazo de 30 días.
El comunicado del Obispado de Lleida ha generado un alud de reacciones tanto en Cataluña como en Aragón, los primeros apelando a la unidad y legitimidad de la colección y los segundos a la pronta devolución del arte a la diócesis de Barbastro-Monzón.
El departamento de Cultura de la Generalitat ha recibido con "tranquilidad" la decisión del Obispado y ha recordado que las obras en litigio están amparadas por la Ley Catalana del Patrimonio Cultural y son propiedad "legítima" de la diócesis leridana.
La conselleria ha abogado asimismo por hallar una solución dialogada al conflicto, tal y como han reclamado también el alcalde de Lleida, Àngel Ros, y el presidente del Consejo Comarcal del Segrià, Ricard Pons.
La asociación Amigos del Museo de Lleida, por su parte, ha asegurado "respetar" la voluntad del obispo Joan Piris, pese a que continuará adelante con el recurso, mientras que el presidente de la Diputación de Lleida, Jaume Gilabert, ha calificado de "indigna e hipócrita" la actuación del Vaticano, al considerar que ha presionado a Piris para que emita este comunicado.
Desde el otro lado de la Franja, el arzobispo de Zaragoza, Manuel Ureña, ha dicho que en este conflicto "la suerte está echada" y el tema práctico, ahora, es la devolución de las piezas de arte sacro a sus propietarios legítimos, que son las parroquias oscenses que las reclaman desde hace quince años.
El presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, ha dejado claro que sólo estará "feliz" cuando las obras vuelvan a su comunidad.