La granja Gurb, en Osona, que sufrió el asalto de un grupo animalista el pasado domingo, ha perdido un centenar de conejos tras el asalto. La mayoría de animales muertos eran crías, debido a que 14 de los animales extraídos de la granja eran madres lactantes. Muchas de ellas sufrieron abortos y rotura de columna debido al estrés que sufrieron, según certifica el informe veterinario al que tuvo acceso NacióDigital.
Además de las cinco conejas muertas a punto de parir, otros con la columna rota y otras que han sufrido abortos, los veterinarios se vieron obligados a sacrificar a 90 crías.