Sheriff Payne, forense, realizó una grabación en la que indicaba el veredicto de la muere de Moss, quien mostraba un alto nivel de cannabis en su sistema. "La autopsia no revela ninguna causa natural de muerte, pero la posibilidad más fiable es que murió debido a una ingesta masiva de cannabis", asegura.
Según una investigación realizada en el entorno de la fallecida, Moss consumía esta sustancia desde hacía años, y se fumaba medio porro cada noche antes de ir a dormir.
El cadáver fue encontrado a la mañana siguente en el suelo de la habitación por la novia de su hijo, de 15 años.
En ese momento, personal sanitario acudió a Bournemour (Inglaterra), pero no pudieron hacer nada por su vida. A Moss le habían recetado medicamentos, ya que sufría depresión, pero aparentemente no la sufría en el momento de morir.
Grupos pro-cannabis aseguran que es "increíble" que alguien pueda morir de forma tan directa por consumir esta droga.
La primera persona en morir por consumo de cannabis en Reino Unido fue un hombre, en el año 2004, según informa el diario 'The Mirror'.
El consumo frecuente de cannabis provoca pérdida de memoria, y desequilibrios psicológicos a corto plazo como paranoia.