En un documento denominado "Un alerta a la conciencia ciudadana", que publica el diario El País, los ex mandatarios, ambos del Partido Colorado, señalan que "la paz que el país goza" y el "libre ejercicio de los derechos" que poseen los ciudadanos "se han asentado en el respeto a una institucionalidad que mucho costó recuperar luego de años de violencia política y dictadura".
Recuerdan que el pasado octubre, de manera simultánea a las elecciones que llevaron a ex líder guerrillero José Mujica del Frente Amplio a la presidencia, la ciudadanía "rechazó al mismo tiempo un recurso presentado para anular la ley de Caducidad".
La vigencia de la ley "ya había sido cuestionada, hace 20 años, en otro referéndum que procuró su derogación. O sea que el tema está jurídica y políticamente laudado por el órgano mayor del sistema que es el cuerpo electoral", afirman los ex mandatarios.
La ley de Caducidad fue aprobada por el Parlamento en 1986, tras el retorno a la democracia, y puso fin antes de su inicio formal a los juicios contra militares y policías implicados en violaciones a los derechos humanos durante la dictadura (1973-1985).
"Ya no tiene sentido seguir discutiendo la ley. Ese debate terminó y todos estamos obligados a acatar lo que los pronunciamientos democráticos han determinado", señalan Sanguinetti y Batlle en la nota.
En opinión de los ex presidentes, "intentar ahora, por un tortuoso método indirecto, dejar sin efecto lo que ha consagrado el voto popular, atenta contra la institucionalidad del país y agravia a la ciudadanía", agregan.
Sanguinetti fue dos veces presidente de Uruguay entre 1985-1990 y 1995-2000 y Batlle le sucedió entre 2000-2005.
El oficialismo presentó al Parlamento un proyecto de ley interpretativo de la ley de Caducidad para dejar sin efecto su alcance.
El tema divide a la propia coalición de izquierda gobernante que tiene la mayoría parlamentaria.
El proyecto fue aprobado hace dos semanas en la Cámara de Diputados y, aunque varios legisladores oficialistas estaban en contra, igual lo votaron por disciplina partidaria.
Los partidos de la oposición, el Nacional o "Blanco" y el Colorado, rechazan la iniciativa oficial.
Al menos tres de los 17 senadores del Frente Amplio también están en contra del proyecto y pese a las arduas negociaciones no han sido convencidos por el resto de los legisladores oficialistas de acompañar la iniciativa.
Si al menos dos de los "rebeldes" votan en contra, el objetivo de la izquierda de dejar sin efecto la ley de Caducidad fracasará.
Los legisladores oficialistas decidieron postergar el debate del proyecto en la Cámara de Senadores mientras buscan alternativas para una solución al tema.