Esmaltes térmicos o cómo el tiempo que haga cambia tus uñas de color
Basta una bajada o subida de tres grados centígrados para que el esmalte cambie de color
Del mismo modo en que no te maquillas igual en invierno que en verano, tampoco utilizas los mismos tonos de esmaltes de uñas. En verano apetecen colores más claros o tonos vibrantes que contrasten con la piel bronceada, pero cuando llega el frío la tendencia es usar colores más oscuros.
Estos cambios, que se producen de manera intuitiva en tu rutina de belleza con el paso del calor al frío y del verano al invierno, es la base de una nueva generación de esmaltes de uñas: los esmaltes térmicos que cambian de color según la temperatura.
Los esmaltes térmicos cambian de color porque contienen un tinte leuco y otro de color normal. El tinte leuco es un tipo de colorante que tiene la capacidad de transformarse en color blanco de manera temporal por acción de la temperatura, la luz o el pH. En el caso de la temperatura, la diferencia debe ser de al menos 3 grados centígrados para que se produzca el cambio de color.
De la calidad del esmalte depende también su capacidad térmica. Unos sólo cambian de color si sumerges las uñas en agua helada o caliente, por el contrario, otros son tan sensibles que el esmalte suele aparecer degradado: con un tono más claro en la base y más oscuro en la punta. Esto es debido a que la temperatura corporal es de unos 36 grados centígrados, pero la parte libre de las uñas que no está en contacto con el dedo suele mantenerse a 31 grados.
Así que el experimento resulta de lo más divertido: si en casa tienes aire acondicionado y en la calle hace un calor monumental, tus uñas cambian de color. Si en la oficina estás a 25 grados y sales a la calle con frío y granizo, tus uñas cambian de color. Si te lavas las manos con agua caliente, tus uñas cambian de color. Si sujetas una bebida fría, tus uñas vuelven a cambiar de color y no será el mismo que tomen cuando sujetes una bebida caliente.
Pero hay que elegir con cuidado porque algunos esmaltes térmicos de baja calidad no admiten el uso previo de base, así que es mejor optar por una calidad algo superior y asegurar la salud de tus uñas evitando aplicar directamente el esmalte. En cuanto al número de capas que puedes aplicar, va en gustos y no afecta a sus propiedades.
Finalmente advertir que es fundamental tener paciencia, podrás apreciar los cambios de color tras una hora de secado, aunque si eres de una impaciencia incontrolable, puedes poner las uñas a secar bajo el chorro de agua fría.