"A comienzos de la primavera de este año, yo estaba con mi novio en uno de los prados de nuestra granja en Devon, mientras nuestro cachorro jugaba. Entonces no lo sabíamos, pero esa sería la última vez que estaríamos despreocupados en meses", relata la chica para Daily Mail.
"Media hora después, cuando nos sentamos a tomar el té en casa, escuchamos un ruido ensordecedor fuera. Los momentos siguientes aún están borrosos. No recuerdo como llegué a la caseta, sólo recuerdo haber puesto a Dave en postura de reanimación y ponerle una manta bajo la cabeza. Tenía convulsiones violentas y movía las piernas de forma obsesiva".
Después descubrieron que el animal estaba enfermo y que el ruido que escuchaban era su cabeza golpeándose de forma incontrolable contra el suelo de su caseta. No sería la última vez que lo escucharan.
Los veterinarios les dijeron que los perros pueden tener ataques, o crisis epilépticas por muchas razones y que existen varias pruebas que se le podrían realizar. Aunque en el caso de Dave, la causa específica no podía identificarse, el diagnóstico fue epilepsia idiopática, lo cual quería decir: Está sufriendo ataques, y no sabemos porqué.
Le recetaron una medicación al perro, pero las crisis continuaron, y fueron bastante fuertes hasta el punto de plantearse que en cualquier momento podrían llegar a ser letales.
"Nos dedicamos con todas nuestras fuerzas a investigar sobre el tema", cuenta Rebbeca.
"Encontramos una publicación científica en Internet, con foros en los que participaban veterinarios y dueños de perros, donde se desvelaba una incidencia creciente de este problema en perros, además de otras afecciones en órganos internos, en los ojos, los oídos, la piel, los dientes y el sistema nervioso. Por no mencionar cáncer y desordenes de comportamiento".
"En los foros, la gente proponía todo tipo de medicamentos, y alguien había escrito un comentario que decía 'deja de darle a tu mascota, comida comercial para perros'".
"Entonces alimentábamos a Dave con lo que creíamos que era comida de la mejor calidad. Según la inscripción escrita en el paquete, era 'rica en carne', con 'ingredientes sanos' y '100% completa y equilibrada'".
"Pero nos dimos cuenta de que la sección de ingredientes de la mayoría de comida empaquetada para perros era escasa y engañosa. Los productores no quieren que sepas que llevan sus productos exactamente. Tras una profunda investigación, pude entender porqué".
"Habíamos estado alimentando a Dave con productos de grano industrial procesado, una mezcla de partes no nutricionales de animales, grasas y aceites usados, probablemente en freidoras de restaurantes. Para conservar la mezcla utilizaban potentes antioxidantes prohibidos en Reino Unido para el consumo humano, vinculados a daños de riñón, y tumores y cáncer de estómago".
"Como otros muchos dueños de perros, simplemente no cuestioné la alimentación que le estaba dando hasta que algo fue mal. Pero cuando lo hice, me encontré en un campo de batalla, con productores de comida comercial para animales por un lado, y los que proponían una dieta más natural por otro".
"Desafortunadamente, cogimos el problema demasiado tarde y no pudimos salvar a Dave. No podemos asegurar que la comida comercial le causara la enfermedad a nuestro perro, pero está claro que no ayudó. Un cachorro carnívoro, siendo alimentado con menos de un 5% de carne no puede llevar a nada bueno".
"Pronto llegará nuestra próxima mascota al que hemos decidido alimentar sólo con productos naturales".