La familia de una mujer con alzheimer que murió congelada en plena calle en Madrid ha denunciado a la residencia en la que vivía. La anciana, de 85 años, aprovechó que un mensajero dejó la puerta abierta para salir. Nadie se percató de su huida y tampoco la echaron en falta durante horas.
Ahora la familia de la mujer ha denunciado la falta de control y de personal que hay en algunos geriátricos.
Su familiar, con 85 años y alzheimer, murió congelada. Los responsables del geriátrico, situado en Las Rozas, en Madrid, tardaron cuatro horas en darse cuenta de su ausencia. El centro ha admitido su error y ha indemnizado a la familia de la fallecida.