De este modo se quiere evitar el uso de medios de transporte marítimos y redes para la limpieza de las aguas. Asimismo, quieren analizar los efectos de las corrientes y las olas para mejorar el sistema de recogida pasiva de basura, segñun señala ‘RT’.
No obstante, esto es solo un pequeño aperitivo de lo que está por venir, ya que el gran proyecto es la barrera que se desplegará en la isla japonesa de Tushima. Si esto da buen resultado en 2020 se pondrá en marcha la operación más ambiciosa en este sentido: un dique de 100 kilómetros en la gran mancha de basura del Océano Pacífico.