Reporteros sin fronteras ha verificado al menos 45 agresiones a periodistas en Cataluña desde octubre de 2017. La última, a Laila Jiménez, reportera de Informativos Telecinco, cuando cubría la manifestación del 1-O en Barcelona. Durante este acto, uno de los manifestantes le vierte una botella de licor por encima cuando prepara su conexión en directo, mientras tanto, otros asistentes la increpan con gritos e insultos.
Lejos de ser un caso aislado, minutos antes en esta misma manifestación, una reportera de Televisión Española y su cámara fueron acosados en plena conexión en directo. Mientras se producía esta agresión algunos compañeros del sector, como la propia Laila, intentaban protegerles de las agresiones.
El hostigamiento a reporteros y cámaras en el desempeño de su trabajo es continuo desde 2017 en la región catalana, un acoso no solo a pie de calle, también en las redes sociales.
Distintas asociaciones de prensa han condenado los actos acaecidos durante los dos últimos años, denuncian que vulneran la libertad de expresión y la libertad de prensa y piden al gobierno catalán que condene estos actos. Miembros de distintos partidos políticos españoles también se han sumado a esta condena.