Los compañeros de Belén Cortés, la educadora del piso tutelado de Badajoz que fue asesinada presuntamente a manos de tres menores, aseguran que el crimen se pudo evitar.

El educador social que también trabaja en ese piso ha confirmado que la situación era crítica y asegura que los menores de 14 y 15 años llegaron a fugarse seis días para consumir drogas y que evitaban tomarse la medicación psiquiátrica. El experto señala a la Junta de Extremadura y a la Fiscalía de Menores como los principales responsables de no reaccionar a las denuncias y los delitos que se les imputaban previos al crimen.

La noche de su muerte, Belén Cortés se mostró nerviosa, pero le confirmaba al progenitor de uno de ellos que había conseguido meterlos en la cama. Fue su último mensaje.

Pasadas las 21:00 horas, Belén envió un primer mensaje dirigido al padre del menor de 14 años: “Buenas noches, estoy un poco nerviosa. Voy a encauzar el turno y luego te cuento”. Sabía que los dos menores habían estado fugados días atrás y consumido diferentes tipos de drogas. Sobre las 21:55 volvió a escribir al padre de más joven: “Está un poco rebelde, con intención de irse con el otro”.

Minutos antes había escrito a su novio para comentarse la misma preocupación, "están intentando largarse". A las 21:56 volvió a escribir al padre del menor: “Estoy intentando reconducir”. El último mensaje que escribió la educadora fue a las 22:04: “He conseguido que se meta en la cama, a ver si le hace efecto el jarabe”, minutos después los agentes hallaron el cuerpo de Belén sin vida con signos de haber sido golpeada y asfixiada.

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