Cómo superar a tu ex para volver a amar: "Debemos mirar las cicatrices con compasión para que sanen"

La psicóloga Ciara Molina aborda esta situación desde su experiencia en su nuevo libro, 'Amar sin cicatrices'
Aceptar lo vivido nos ayuda a avanzar. Merece la pena por el efecto curativo que tiene el amor
Aunque no hay matemáticas ni píldoras mágicas, aconseja un duelo de seis a ocho meses, si no es patológico
La ruptura es un trago amargo difícil de borrar. Tratamos de distraer la mente, parar el pensamiento, bajar del Olimpo al ex y desprendernos de la culpa, pero cualquier esfuerzo resulta inútil. ¿En este estado pretendemos abrir el corazón a un nuevo amor? Después de varios títulos, como 'Sexo sentido, sexo vivido' y 'Si aprieta, no es de tu talla', la psicóloga Ciara Molina acude en nuestro auxilio con un nuevo libro, 'Amar sin cicatrices', que se publica el 6 de marzo. Su subtítulo nos devuelve el ánimo para recuperar la fe en la pareja: "Nadie dijo que sería fácil amar después de tantas heridas, pero sí es posible'.

MÁS
Es un libro muy personal porque expone su alma y la de su pareja, Juan, para narrar su propio camino emocional desde las heridas del pasado a la cicatrización. Es un trayecto que han hecho juntos hasta transformar esas cicatrices en la mejor versión de sí mismos para, una vez sanadas, seguir disfrutando juntos. No es la primera vez que Ciara abre su corazón. La autorrevelación es parte de su técnica terapéutica frente a la psicología de bata blanca detrás del escritorio. "Al compartir aspectos de mi vida personal o experiencias con mis pacientes, mi objetivo es fomentar la empatía y reducir la distancia emocional, sin perder de vista que el fin principal de la terapia es el bienestar de ellos". Y cita al pianista y cómico Víctor Borge: "La distancia más corta entre dos personas es una sonrisa".

¿Por qué es tan difícil borrar un pasado doloroso?
Cuando vienes de vínculos afectivos donde predomina el cansancio, el desgaste, la fatiga, en definitiva, un agotamiento emocional profundo, lo que menos te planteas es empezar una nueva relación. Sientes una sensación de irrealidad donde te desconectas de todo con facilidad. Tu irritabilidad y cambios de humor se convierten en tus fieles compañeros de viaje, empiezas a presentar problemas de sueño, dificultad para concentrarte y, claro, esto no resulta muy atractivo para los demás, ¿verdad? Así que acabas aislándote socialmente. Con este panorama, todo parece carecer de motivación. El miedo, la culpa y la vergüenza se convierten en un Triángulo de las Bermudas del que cuesta zafarse. Es en ese momento cuando nos percatamos de que existen patrones de comportamiento tan arraigados en nosotros que, aun siendo conscientes de que nos perjudican y dañan a la persona que amamos, no sabemos cómo escapar de ellos. Son mecanismos de defensa y lealtades ciegas que impiden avanzar hacia la construcción de una relación nueva, sana y consciente.
El miedo, la culpa y la vergüenza se convierten en un Triángulo de las Bermudas del que cuesta zafarse
¿Cómo sabemos que estamos preparados para volver a amar?
El primer paso siempre será el autoconocimiento, y dentro de este, la identificación de las heridas emocionales que llevamos dentro, heridas que siguen sangrando, aunque pensemos que ya estaban cerradas o, en algunos casos, que ni siquiera existían. Rechazo, abandono, humillación, traición e injusticia son las cinco heridas principales a destacar, cada una con sus máscaras, miedos, actitudes y comportamientos propios, lo que convierte su recuperación en un proceso lento y tedioso. Sin embargo, cuando finalmente cicatrizan, cada una de esas cicatrices nos recuerda que las hemos superado y nos brindan la base idónea para reconstruirnos y renacer a un nuevo comienzo emocional.
¿El amor tiene efecto curativo?
En este despertar la aceptación de lo vivido nos ayuda a avanzar. La regulación emocional, tanto de lo propio como de lo compartido, nos enseña a respetarnos a nosotros mismos. Potenciar la intimidad emocional nos permite conectar profundamente el uno con el otro y crecer juntos sin perder nuestra identidad. El amor actúa como un efecto curativo, y valores como la bondad, la compasión, la gratitud y el perdón se convierten en pilares sobre los que sostenerse. Además, el poder sanador del lenguaje y la importancia de contar con una red de apoyo que nos escuche y sostenga cuando no encontramos la salida son fundamentales.
El amor es capaz de transformar muchas dolencias, tanto físicas como emocionales, por las que atraviesa el ser humano
¿Cómo nos beneficia abrir la puerta al amor después de los 50?
Es indudable que la conexión entre las personas tiene un poder curativo, algo que, en el ejercicio de mi profesión, he podido constatar. La seguridad, la empatía, el respeto, la escucha activa y el establecimiento de límites saludables... no dejan de ser demostraciones de amor. Uno de los gestos más bonitos y característicos de Juan, que me conecta automáticamente con el gran amor que siento por él, es su sonrisa. Siempre aparece de manera espontánea en el momento en que más la necesito. El amor es capaz de transformar muchas dolencias, si no todas, tanto físicas como emocionales, por las que atraviesa el ser humano.
¿Es positivo mostrar nuestra vulnerabilidad?
Mostrar abiertamente tu vulnerabilidad ayudará a tu pareja a conectar con lo que realmente siente por ti, brindándote con ello la posibilidad de escucharte. La comunicación es clave en nuestras relaciones, expresar con claridad y honestidad que tu propósito es que comprenda cómo te sientes. Muchas veces, las peleas y las discusiones no vienen de la falta de amor, sino de no entendernos bien. Es valiente reconocer nuestras propias debilidades y estar abiertos a escuchar y ser escuchados.

¿Cómo validamos a una nueva pareja?
Considera estos cuatro pasos. En primer lugar, reconócela, toma conciencia de sus sentimientos y experiencias. En segundo lugar, expresa gratitud por lo que hace y por su presencia en tu vida. A continuación, dale un lugar especial, un espacio donde se sienta valorada y respetada. Por último, apóyala y celebra junto a ella. Para cuidar, respetar y valorar a alguien más, primero debes empezar por ti. Cultivar tu amor propio será la clave para conectar de verdad, no solo con tu pareja, sino también con cualquier persona en tu vida.
Cultivar tu amor propio será la clave para conectar de verdad con tu pareja y con cualquier persona en tu vida
¿Qué es lo más valioso que le podemos decir?
Me das paz, contigo soy feliz, me haces mejor persona, contigo estoy a gusto, haces las cosas más fáciles, te echo de menos, esta canción me recuerda a ti, mereces cosas bonitas y yo te voy a ayudar a conseguirlas, eres una buena persona, tengo ganas de verte, en las buenas y en las malas, no lo comparto, pero te respeto, te quiero, gracias y perdón, tu paz mental me importa... Practícalas siempre que puedas; nunca sabes cuándo puedes tocar el corazón de alguien y cambiarle la vida.
Nunca sabes cuándo puedes tocar el corazón de alguien y cambiarle la vida
¿Cuáles son esos mecanismos de defensa que comentabas al principio de la conversación con los que nos protegemos después de una relación tóxica?
Tenemos para dar y regalar. La mente, cuando no encuentra una salida adaptativa al malestar, buscará otra que nos invite a sobrevivir, aunque no sea la mejor manera. Por ejemplo, negarse a aceptar la realidad porque resulta dolorosa o incómoda; justificar tus comportamientos entrando en un bucle que se va distorsionando; crear caos; repetir el abuso reviviendo o recreando esas experiencias al elegir, por ejemplo, parejas abusivas o desempeñar el papel de víctima; comer compulsivamente; evitar la intimidad emocional; abandonar tu cuerpo; mantener el control sobre tus emociones o relaciones como forma de gestionar la ansiedad o la incertidumbre; minimizar las emociones o situaciones adversas; trabajar de manera excesiva o compulsiva; satisfacer las necesidades emocionales de otros para evitar atender las tuyas propias; dormir en exceso o no dormir; o apartarse física y emocionalmente de los demás.
¿Cómo los desactivamos?
El primer paso sería identificar los comportamientos, pensamientos y emociones asociados al despertar de esos mecanismos de defensa, empezando por prestar atención a nuestro sistema de creencias. Pueden ser de dos tipos, limitantes o empoderadoras. Las primeras nos paralizan y detienen. Las empoderadoras nos reafirman e impulsan a ser y a hacer. Todos tenemos de ambos tipos. La clave está en averiguar cuáles predominan, y para ello podemos utilizar una pregunta simple: ¿Cómo te sientes?
¿Por qué tendemos a repetir patrones?
La mente aprende por repetición, es decir, aquello que nos resulta familiar lo adoptamos como algo bueno para nosotros, aunque no siempre lo sea. Por otro lado, existen los llamados roles estereotipados: tendemos a asumir un rol dentro de la familia para sentirnos parte de ella y, en ocasiones, el papel que nos toca jugar no es el más beneficioso para nosotros.
Tendemos a asumir un rol dentro de la familia para sentirnos parte de ella, aunque no nos beneficie
¿Cuánto tiempo deberíamos darnos para procesar un duelo antes de iniciar una relación?
En duelo, no patológico, suele tener una duración de 6 a 8 meses. Pero cuando hay heridas emocionales profundas, se convierte en patológico y aquí la variabilidad suele ir entre 1 y 3 años, pero no son matemáticas, cada cerebro es un mundo.
La cura no es tan importante como la aceptación de la cicatriz que nos deja la herida
¿Es posible recuperarse del todo?
Una de las cosas que trato de plasmar en el libro es que la cura no es tan importante como la aceptación de la cicatriz que nos deja la herida. Ese aprendizaje y esa superación nos recuerdan nuestro camino y nuestra identidad. No debemos renunciar a ello, porque forma parte de nosotros. La cicatriz simboliza el camino recorrido entre el dolor y la sanación. Quizás no todas las heridas se trascienden por completo, pero tomar consciencia de ellas nos invita a mirarnos con amor y compasión, aprendiendo de lo que nos han querido enseñar y practicando el perdón, tanto hacia nosotros mismos como hacia quienes, con o sin intención, nos han hecho daño. Entiendo que estás acostumbrado a recurrir a "pastillas mágicas" para sentirte mejor lo antes posible, pero ¿en realidad es así o solo estás enmascarando el dolor? Lo que realmente importa, si quieres trascender tus heridas, es que te dediques un tiempo a trabajar en tu autoconocimiento y en la identificación de tus hábitos y creencias, ya que son ellos los que te ayudarán a reconectar con tu ser.