La próxima semana será clave en el juicio por el beso no consentido a Jenni Hermoso, con la declaración de Luis Rubiales, que se enfrenta a 2 años y medio de cárcel. En Informativos Telecinco nos hemos preguntado si este caso, que dio la vuelta al mundo, ha servido para reducir el acoso sexual de las mujeres en el trabajo. Sólo en España 1.400.000 mujeres aseguran haber sufrido algún tipo de agresión sexual por parte de jefes y compañeros.

Laia trabajaba en una compañía internacional y su jefe la acosaba sexualmente. Le mandaba fotos desnudo y se las exigía a ella. Estaba destrozada hasta que se enteró de que acosaba a las responsables de cada país. Lo denuncio y lo echaron, pero a ella la despidieron también. Como con Jenni, el caso acabó en juicio. Su abogado cree es vital que las empresas y el entorno laboral apoyen a las victimas.

Cristina Fallarás es la periodista que abrió su Instagram a miles de mujeres anónimas acosadas sexualmente. Cree que el caso Jenny no ha cambiado a los agresores, pero sí a las mujeres.

El juicio comenzó con la declaración de la jugadora de fútbol, Jenni Hermoso, que tuvo que llegar a justificar durante su interrogatorio sobre por qué no lloró cuando fue besada sin consentimiento. Es lo que muchos esperan "de una buena víctima", que se muestre vulnerable, traumatizada y llorando. 

Este uno de los errores que se comete en estos interrogatorios: la denunciante por una presunta agresión sexual justificándose. No es la víctima la que tiene que acreditar que ella no dio el consentimiento, sino que tiene que ser el autor del hecho el que acredite que había signos externos de consentimiento.

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