En Santander hemos presenciado este domingo una imagen insólita en medio del temporal ocasionado por la borrasca Herminia. Un joven, encaramado a un árbol, no precisamente robusto, y a más de 10 metros de altura, bebe tan tranquilo su cerveza mientras es mecido por el fuerte viento, según informan Enrique Obrero y Michelle Herrera.
Abajo, el desconcierto de algunos ciudadanos que, teléfono móvil en mano, no pueden evitar inmortalizar el momento. Alertada por la imprudencia, una patrulla de la Policía Nacional de la capital cántabra se acerca al lugar de la escena. Tras deshacerse de las pruebas de una posible sanción, el protagonista inicia su descenso para finalizar su aventura.
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