“Son mis padres. ¿qué está pasando? ¿qué está pasando?”, gritaba este jueves la hija de Marisa Villaquirán, una mujer que desapareció en Miranda de Ebro en 2004. Los investigadores, tras recibir nuevos indicios "razonables y creíbles” ha reabierto un caso cerrado.
A Marisa Villaquirán los investigadores la dieron por muerta aunque nunca apareció el cadáver. Su exmarido, junto a otro hombre, fueron juzgados y condenados a más de 14 años de prisión por detención ilegal.
“Son mis padres. ¿qué está pasando? ¿qué está pasando?”, gritaba este jueves la hija de Marisa Villaquirán. La joven acudió a la iglesia evangelista donde la Policía buscaba emparedada a la mujer.
Dicha iglesia ya fue registrada hace años, cuando estaba en obras, y no hallaron nada. Como este jueves, cuando las pesquisas volvieron a ser infructuosas.
La hija de Marisa no fue la única que se acercó a la iglesia. También lo hizo otro hijo de la víctima. Ambos visiblemente nerviosos.
Otros familiares y amigos de la mujer desaparecida también se acercaron a la zona.
Fuentes de la Policía Nacional han confirmado a 'EFE' que las tareas de búsqueda en el interior del edificio ubicado en la calle Las Escuelas de Miranda de Ebro han resultado negativas. Ahora serán los agentes policiales encargados del caso y el juzgado los que determinen "la posibilidad de futuras diligencias".
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