Buscan en una iglesia de Miranda el cadáver de Marisa Villaquirán, desaparecida hace 20 años
La Policía Nacional cree que el cadáver de Marisa puede estar emparedado en la iglesia evangélica
Marisa Villaquirán, 38 años, fue vista por última vez el 7 de diciembre de 2004
Miranda de Ebro vuelve a rememorar uno de los episodios más oscuros de la localidad
La Policía Nacional vuelve a investigar el caso de la desaparición de Marisa Villaquirán, fallecida en 2004 y cuyo cadáver no se localizó. Los agentes buscan en la Iglesia Filadelfia de la Calle de Las Escuelas de Miranda, Burgos, restos de la joven cuyo rastro se perdió hace 20 años.
Según cuenta el Diario de Burgos, la Policía Nacional cree que el cadáver de Marisa puede estar emparedado en la iglesia evangélica y llevan desde la madrugada de este jueves analizando el lugar.
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Alrededor del centro religioso se ha montado un cordón policial para evitar el acceso de cualquier persona ajena a la investigación, algo que ha alertado a los vecinos de la zona quienes vuelven a rememorar uno de los episodios más oscuros de la localidad.
La Policía Nacional ha recordado que la investigación por la desaparición de Villaquirán nunca se ha cerrado, de ahí que ante la aparición de nuevos indicios "razonables, creíbles" se haya activado este operativo policial, que cuenta con la pertinente autorización judicial, y que se espera que permita localizar a la mujer.
Por el momento, la investigación policial se centra en localizar el cadáver sin que haya ninguna persona investigada ni ningún detenido, pero en caso de hallarse se realizarán las pertinentes imputaciones.
Desaparecida en diciembre de 2004
Marisa Villaquirán, 38 años, fue vista por última vez el 7 de diciembre. La mujer se encontraba limpiando un portal cuando llegó su exmarido Rafael Gabarri, con antecedentes por violencia de género, y la obligó a meterse en un coche.
El marido de Villaquirán y el conductor del vehículo, Isaac Duval, en el que se la vio por última vez fueron condenados a 14 y 8 años de cárcel respectivamente, en una sentencia de la Audiencia provincial de Burgos confirmada por el Tribunal Supremo, pero por secuestro, no por un asesinato que no se pudo acreditar al no encontrar el cuerpo.
Rafael Gabarri, tras 12 años efectivos de cárcel, comenzó a disfrutar de un tercer grado en 2021, pero no puede pisar Miranda de Ebro por la sentencia que se le impuso de dieciocho años de alejamiento de la familia de Marisa.
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