Condenado un policía en Tenerife por humillar a un vendedor ambulante africano: "Tú no vas a vender más, negro de mierda"

  • El policía condenado, que estaba fuera de servicio, se molestó porque el joven vendedor pusiera su mercancía cerca de él

  • El procesado deberá permanecer alejado al menos 200 metros del chico durante un año y medio y abonar por un delito leve de daños

  • Los magistrados descartan el delito de odio al entender que el acusado no pretendió discriminar al denunciante por motivos de su pertenencia a determinada raza

La Audiencia de Santa Cruz de Tenerife ha condenado a un policía local de Santa Úrsula a seis meses de prisión, inhabilitación durante dos años y el pago de 2.000 euros por un delito contra la integridad moral del que fue víctima un joven migrante africano que se ganaba la vida como vendedor ambulante.

La sentencia establece que el procesado deberá permanecer alejado al menos 200 metros del chico durante un año y medio y abonar por un delito leve de daños -los que causó al móvil de la víctima- una multa de 186 euros y los 69 euros de la reparación. Se ha tenido en cuenta el atenuante de dilaciones indebidas.

"Tú no vas a vender más, negro de mierda"

En el fallo se recogen como hechos probados que sobre las 19.00 horas del 7 de junio de 2019, cuando el agente permanecía en el exterior de un bar de Santa Úrsula (Tenerife), el vendedor, a quien conocía desde hacía años, se le acercó.

El acusado, que estaba fuera de servicio, se molestó porque el joven pusiera su mercancía cerca de él y le preguntara de forma insistente si le compraba algo y por ello, "con la finalidad de humillarlo, denigrarlo y despreciarlo, prevaliéndose de su condición de agente de la autoridad, empezó a gritarle agresivamente", detalla la sentencia.

En concreto, le dijo que si volvía a ver su mercancía se la quitaba: "tú no vas a vender más, negro de mierda", le espetó, a lo que el joven le preguntó la razón por la que lo trataba así y le dijo que no se preocupara porque la semana siguiente viajaría a su país a ver a su familia, a lo que el policía le respondió que le daba igual, amenazando con multarlo.

En ese momento el migrante sacó su móvil para verlo y, tras arrebatárselo el ahora condenado, con el fin de romperlo lo tiró contra la barra del bar, volvió a insultarlo y le amenazó con echarlo del país y sancionarlo con 3.000 euros.

El policía llegó a agarrar con fuerza los genitales de la víctima mientras le decía: "Ahora no mides dos metros sino metro y medio", requiriéndole que le dijeran quién le daba la mercancía y se identificara.

La víctima aseguró durante la vista oral que se sintió "impotente, humillado e intimidado por el proceder del acusado", al conocer que era un agente de la autoridad al que seguramente no iba a poder denunciar.

Abuso de su condición y cargo como policía

La Audiencia de Santa Cruz de Tenerife descarta la comisión de un delito de odio, como mantenían las acusaciones, al considerar que el acusado no pretendió discriminar al denunciante por motivos de su pertenencia a determinada raza o por rencor, antipatía y animadversión u odio por ser de color.

En su lugar, considera que el procesado abusó de su condición y cargo como policía, por lo que le corresponderían penas de cárcel que oscilan entre los cuatro meses a los dos años y la inhabilitación.

Aunque en aquellos momentos el agente no estaba de servicio ni llevaba el uniforme, se considera que abusó de esta condición y la prueba es que requirió al denunciante la documentación y amenazó con quitarle la mercancía y expulsarlo del país.

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