La utilización de plazas de garaje como trasteros es una práctica que no es precisamente habitual en España, pero tampoco debería ser extraña, especialmente para los habitantes de las áreas urbanas más pobladas, en las que el espacio es limitado. Sin embargo, este ‘apaño’ plantea ciertos interrogantes legales y de convivencia que tienen que ser cuidadosamente tenidos en cuenta por los propietarios. Repasamos los principales aspectos legales, normativos y prácticos relacionados con el uso de una plaza de garaje como trastero en España.

La Ley de Propiedad Horizontal (LPH) es la que se encarga de regular las relaciones entre los propietarios en comunidades de vecinos. Según el artículo 7.2 de la LPH, los propietarios pueden utilizar sus propiedades como estimen oportuno, siempre que no realicen actividades prohibidas en los estatutos, que sean molestas, insalubres, nocivas, peligrosas o ilícitas. 

Esto implica, por lo tanto, que en un principio, cada propietario podría utilizar su plaza de garaje como trastero, siempre que:

En este sentido, hay que prestar atención siempre a los estatutos propios de cada comunidad de vecinos, que pueden establecer restricciones específicas sobre el uso de las plazas de garaje. Es importante revisar estos documentos en el momento de la compra, para conocer si existe alguna prohibición o limitación al respecto. En caso de que los estatutos no aborden este tema, se da por permitido, pero cualquier vecino puede proponer su discusión en cualquiera de las reuniones de la Junta de Propietarios. 

Por otra parte, además de la LPH y los estatutos comunitarios, las normativas municipales y autonómicas pueden imponer restricciones adicionales. Por ejemplo, algunas ordenanzas locales regulan el uso de los garajes y pueden prohibir su utilización como trasteros. Es recomendable consultar la normativa específica de la localidad para asegurarse del cumplimiento legal.

Más allá de los aspectos legales, es importante tener en cuenta el impacto en la convivencia vecinal. El almacenamiento de objetos en una plaza de garaje puede generar conflictos si se invade el espacio común o se generan molestias. Mantener una comunicación abierta con el resto de vecinos de la comunidad y respetar las normas establecidas en los estatutos es clave para evitar disputas.

Además, es importante recalcar que el uso de una plaza de garaje como trastero puede implicar riesgos de seguridad, especialmente si se almacenan materiales inflamables o peligrosos. Además, las compañías de seguros pueden no cubrir incidentes relacionados con un uso no autorizado del espacio. Es esencial informar a la aseguradora sobre el cambio de uso y verificar la cobertura correspondiente. 

En definitiva, lo que hay que saber es que utilizar una plaza de garaje como trastero en España es legal siempre que no se contravengan los estatutos de la comunidad de propietarios, se cumpla  con las normativas municipales y autonómicas, no se realicen actividades peligrosas o molestas y se informe a la compañía de seguros para verificar la cobertura.