Lo que más se vende en estos días de descuentos son artículos de moda, los preferidos de muchos jóvenes. Se dice que la Generación Z, los nacidos entre 1996 y 2010, es la más concienciada con el medio ambiente, pero la mayor parte de su armario, más del 80 por ciento, es de moda rápida. Menos del 30 por ciento asegura tener ropa de segunda mano, aunque estudios recientes prevén que esa cifra aumente exponencialmente hasta 2030. Ellos mismos admiten que la sostenibilidad no es su prioridad a la hora de consumir moda

¿Qué se ponen los zetas? "La mayor parte de mi armario es moda rápida", dice esta chica. "No miro mucho la sostenibilidad", apunta este otro.

Según estudios recientes pesan más otros factores, como el precio y la originalidad.

Comprobamos que la segunda mano mola. "Hemos constatado que la gente está empezando a valorarla más, porque les hace sentir de una forma más 'cool', más original", explica Adrián Ballester, fundador de Mazinn, consultora dedicada a hacer estudios sobre la Generación Z.

Hasta el punto de superar a la moda rápida en 2030 con una subida importante también de las marcas emergentes. "Mucha gente se identifica con las marcas que están naciendo en este contexto nativo digital y lo que les mola es formar parte de un movimiento", apunta Adrián Ballester.

El precio de lo sostenible es un obstáculo para el consumidor joven, generalmente con menos poder adquisitivo. Las empresas del sector dicen que compiten en desventaja y demandan incentivos fiscales. "Lo que reclamamos desde ivaverde.com es que el IVA de la moda sostenible baje al 10 por ciento como se está haciendo en otros países de Europa", dice Raúl González, cofundador de Ecodicta. 

Para mantener y consolidar una moda respetuosa con el planeta.

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