"O vienes ya o los mato". Con estas tremendas palabras avisaba 'El Paquito', de 28 años, a su pareja de que si no volvía inmediatamente del trabajo mataría a los dos hijos de ésta. El presunto asesino del bebé de dos años fallecido a golpes en Linares, Jaén, llevaba tan solo unos meses fuera de prisión y convivía en una casa de la localidad andaluza con su pareja y los dos hijos gemelos de ella, fruto de una relación anterior.

La madre de los pequeños se encontraba trabajando mientras él permanecía en casa cuidando de los niños, unos niños por los que, según los vecinos del pueblo, sentía un gran rechazo a causa de los celos que le profesaba el padre de los pequeños. Tras recibir el amenazante mensaje, la madre puso rumbo a su vivienda pero ya era tarde para uno de los pequeños. Cristian yacía en el suelo sin vida a causa de los múltiples golpes que el acusado le habría propinado. Junto a él, su hermano gemelo malherido pero aún con vida.

El acusado huyó del lugar de los hechos no sin antes propinarle a la madre una brutal paliza. Tal y como han desvelado los primeros análisis del cuerpo del pequeño, el menor tenía un gran golpe en la cabeza que fue el que acabó con su vida además de marcas de mordiscos presuntamente provocadas por el acusado.

Paco Ballesta ha hablado en exclusiva con la abuela materna de los gemelos. La mujer, que no podía parar de llorar, le contaba al reportero de 'Vamos a ver' que su hija tenía miedo pero no hablaba por temor a las consecuencias:

"Ahora mismo estamos partidos por la mitad. Yo siempre he estado cuidando de mis niños, tanto de él como de su hermano. Esto es una injusticia, si yo lo cogiera lo mataba con mis propias manos, lo quitaba de en medio. Esto no se va a quedar así. Mi hija por miedo no decía nada, tenía mucho miedo y se lo callaba todo".

El tío de los pequeños, hermano del padre biológico de los gemelos, ha hablado con los medios de comunicación tan solo unas horas después de cometerse el brutal asesinato. Según sus propias palabras, el fatal desenlace era algo que "se veía venir" porque en varias ocasiones vieron marcas de golpes y mordiscos a los pequeños:

"Cuando mi hermano iba a por ellos les veía marcas de mordiscos y nos decían que se lo habían hecho entre ellos, pero esas marcas no eran de dos chiquillos de dos años".

Según las últimas informaciones, el menor que sobrevivió al ataque se encuentra "completamente fuera de peligro" y tanto la madre como la abuela de los pequeños están ya en sede judicial para declarar sobre lo ocurrido. La madre de los niños, que sufría malos tratos por parte del acusado, había perdido la custodia de sus tres hijos mayores.