La Fiscalía del Principado de Asturias solicita condena de prisión para dos acusados de dejar morir por deshidratación a varias ovejas y cabras tras encerrarlas en fincas de Llanes sin agua y en días de altas temperaturas y ausencia de lluvias.
El suceso ocurrió el pasado 8 de agosto de 2020 y días anteriores, en una finca de Poo, en Llanes, sin que los propietarios del terreno tuvieran conicimiento. Los dos acusados ecerraron a 20 ovejas de diferentes edades y un cordero hembra de apenas tres meses con el único objetivo de dejar que los animales se murieran de sed.
En la finca no había ningún depósito o bañera de agua, llevaba 10 días sin llover y hacía mucho calor. El terreno estaba perimetralmente cerrado por un muro de piedra de más de 1,5 metros de altura y, por tanto, las ovejas estaban literalmente atrapadas en su interior, en una suerte de "trampa mortal". Los acusados tenían acceso a la finca porque uno de ellos era quien la llevaba y tenía la llave del candado de la puerta. Todos los animales carecían de crotales de identificación y eran de titularidad desconocida.
El 8 de agosto de 2020 por la tarde, la Guardia Civil encontró en la finca a todas las ovejas muertas. Todas ellas fallecieron por falta de agua y sufrieron una muerte agónica, de alto sufrimiento por deshidratación. Únicamente sobrevivió el cordero de tres meses. De la misma manera, los acusados, puestos plenamente de acuerdo y con la única intención de que fallecieran todos los animales, durante los días anteriores al 9 de agosto de ese mismo año, en una finca en Pancar, Llanes, sin el conocimiento ni consentimiento de sus dueños, introdujeron en el terreno a al menos 9 cabras sin crotales de identificación y de titularidad desconocida.
Los acusados dejaron a los animales encerrados en la finca, que estaba perimetralmente cerrada por un muro y con la puerta cerrada con candado, sin agua ni comida y siendo plenamente conscientes de las altas temperaturas y de la ausencia de lluvias durante esos días. Sobre la una de la tarde del 9 de agosto, la Guardia Civil encontró dentro de la finca los cadáveres de tres de las cabras. Las otras 6 estaban en condiciones de extrema delgadez. Una de ellas falleció al día siguiente.
La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de dos delitos de maltrato animal y solicita que se condene a cada uno de los acusados, por cada delito, a 18 meses de prisión e inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, así como a inhabilitación especial para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con animales, y para la tenencia de animales, durante 4 años, así como el abono de las costa procesales.
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