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La mujer de 57 años que se enfrenta a una pena de 16 años prisión como supuesta autora de la muerte violenta de su pareja, un hombre de 77 con el que convivía en Villagarcía de la Vega (León), ha reconocido el lunes por primera vez los hechos que se le imputan y ha pedido perdón.
"Estoy arrepentida y acepto la pena que solicita la Fiscalía", ha señalado la mujer en una breve declaración en la primera jornada de la vista oral que se celebra en la Audiencia de León por el sistema de tribunal del jurado.
Los hechos tuvieron lugar a última hora de la noche del 21 de junio de 2022 cuando la mujer agredió a su pareja con un arma blanca y lo mató, según ha reconocido ante el tribunal, aunque durante la instrucción ofreció diversas versiones de los hechos.
Primero dijo que había sido un vecino de la víctima al agresor y posteriormente admitió que se había visto obligada a defenderse de una agresión previa de su pareja.
En su declaración de este lunes se ha limitado a leer una breve confesión en la que admito los hechos y pide perdón, pero ha declinado responder a las preguntas de la fiscal.
La Fiscalía reclama para la acusada una pena de 15 años por homicidio y otro más por quebrantamiento de condena ya que en el momento de producirse los hechos tenía prohibido acercarse a la víctima, pese a lo cual seguían conviviendo.
Al respecto, la fiscal ha recordado en la sala que la acusada ya había sido condenada con anterioridad por lesionar a la víctima y tenía prohibido acercarse al hombre, sin que constasen condenas al fallecido ni ninguna medida de alejamiento respecto de ella.
La fiscal ha reiterado que considera probado que tras una discusión la mujer agredió a su pareja con un arma blanca en el cuello y el tórax, heridas que le alcanzaron la yugular y aorta torácica, lo que le llevó a una muerte casi instantánea.
"En total le asestó 11 puñaladas de las que dos fueron mortales", ha precisado.
También ha explicado que ha calificado los hechos como homicidio y no como asesinato porque la puñalada que se asestó en la yugular se la dio de frente y la de la aorta la recibió por la espalda cuando ya estaba herido de muerte.
"Esa segunda puñalada mortal por la espalda y sin posibilidad de defenderse era la que habría podido permitir que los hechos fuesen calificados como un asesinato, pero he considerado que al recibirla ya estaba prácticamente muerto y por eso he optado por el homicidio", ha puntualizado la fiscal.
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