Los proxenetas liberados en Murcia: la gota que ha colmado el vaso de los retrasos judiciales en España y sus efectos

Continúa el clamor social en Murcia después de que una red de prostitución de menores tardara diez años en juzgarse. Los implicados, proxenetas, eran empresarios que actuaban como clientes, finalmente no pasarán por prisión, tan solo han sido obligados a pagar una indemnización irrelevante a las víctimas. Todo esto, ha sido consecuencia del retraso judicial, un caso que, según jueces y abogados se repite muy a menudo, afirmando que hay juicios rápidos que tardan hasta un año y medio en celebrarse.

“Es un problema de medios, necesitamos más juzgados, jueces y más personal”, afirma María del Prado, una magistrada de la Audiencia Provincial de Tarragona que ha visto como sus casos se acumulan meses, incluso años. “La realidad de este año es que se ha anunciado que no va a ver ninguna creación de plaza judicial, lo cual ya empieza a ser sangrante”, añade Alejandro González Mariscal de Gante, portavoz de la Asociación Profesional de la Magistratura.

España tiene pocos jueces y ya cuenta con un exceso de pleitos judiciales. “Tenemos el doble de pleitos que Francia, teniendo menos población”, dice Jaime Anta, juez decano de Santander.

Un ejemplo, es la situación que viven diariamente en un juzgado de Barcelona, donde se celebran diez juicios rápidos al día con una demora de más de un año. “A la ley no se le ha dotado de los juzgados oportunos para que sea efectiva”, explica Sonia Gutiérrez, magistrada penal de este juzgado.

Estos continuos retrasos hacen que muchos delincuentes vean reducidas sus condenas. Los casos de violencia de género pueden tardar hasta un año en juzgarse. La dilación judicial es la principal preocupación del 90% de los abogados actualmente en España.

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