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La bailarina Michaela DePrince ha fallecido a los 29 años de edad por causas que todavía no han trascendido. Su equipo ha confirmado la trágica noticia en sus redes sociales: "Con dolor en nuestros corazones, compartimos la pérdida de la bailarina estrella Michaela Mabinty DePrince, cuyo arte tocó innumerables corazones y cuyo espíritu inspiró a muchos, dejando una marca indeleble en el mundo del ballet y más allá."
"Su vida estuvo marcada por la gracia, el propósito y la fortaleza. Su compromiso inquebrantable con su arte, sus esfuerzos humanitarios y su coraje para superar desafíos inimaginables nos inspirarán por siempre. Fue un faro de esperanza para muchos, demostrando que, sin importar los obstáculos, la belleza y la grandeza pueden surgir de los lugares más oscuros", han compartido en sus redes sociales.
"Aunque su tiempo con nosotros fue demasiado breve, su brillantez y su legado seguirán brillando en los corazones de todos aquellos que se vieron afectados por su historia, durante generaciones. Nuestro amor y nuestras oraciones van para su familia elegida, sus amigos y aquellos que la amaron", concluyen.
La bailarina Misty Copeland, autora del libro 'Black Ballerinas', ha compartido un mensaje en sus redes sociales compartiendo la trágica noticia y adjuntando un párrafo de su libro en el que habla de la trayectoria de la bailarina: "Quiero compartir un extracto abreviado sobre Michaela de mi libro, 'Black Ballerinas':
Michaela fue una bailarina única con una trayectoria extraordinaria. Nació durante la guerra civil de Sierra Leona y, tras perder a sus padres, fue internada en un orfanato antes de ser adoptada por una familia en los EE. UU.
Su amor por el ballet surgió cuando vio a una bailarina en la portada de una revista que encontró cuando era niña. A pesar de que le decían que “el mundo no estaba preparado para las bailarinas negras” o que “no valía la pena invertir dinero en ellas”, se mantuvo decidida, centrada y comenzó a dar grandes pasos.
A los 15 años protagonizó el documental 'First Position', que la siguió mientras se preparaba para una prestigiosa competición de ballet. Su victoria le valió una plaza en la Escuela JKO del ABT gracias a una beca, donde inmediatamente la acogí bajo mi protección. Era un talento prodigioso y la primera bailarina de piel oscura que vi pasar por el programa. El colorismo es sin duda un problema en el mundo del ballet profesional, y su vitíligo diferenció aún más su estética.
Después de su año en DTH y una gira en el extranjero, su trayectoria fuera del mundo del ballet comenzó a dispararse: escribió unas memorias, apareció en el álbum visual Lemonade de Beyoncé, protagonizó la película Coppélia y se desempeñó como portavoz de varias marcas importantes".
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