El avistamiento, hasta en 219 ocasiones, de una especie de gusano en las costas españolas está provocando una gran preocupación entre los bañistas. Se trata del gusano de fuego, un insecto marino que en caso de tocar la piel humana, clava sus cerdas urticantes que liberan unas toxinas a modo de protección que simula una gran quemadura.

Este mecanismo de defensa causa un gran dolor entre los afectados y que, según expertos, habrá que irse acostumbrando ya que este animal va a ser cada vez más común en el país debido al aumento de la temperatura global.

A pesar de que la mayor parte de notificaciones se han registrado en Canarias, el invertebrado también está llegando al Mar Mediterráneo. Asimismo, la zona de España más castigada hasta el momento por su presencia son las costas cercanas a Arucas, en Gran Canaria, por lo que el consistorio municipal ha tenido que colgar carteles advirtiendo del inminente peligro.

Según informa 'Cadena Ser', este tipo de gusano es común durante las fechas más calurosas en las costas canarias debido al calor de sus aguas, pero su propagación por todos los mares calurosos del planeta se deben a las consecuencias del cambio climático.

Italia es otro de los países europeos afectados por este insecto y la situación en el país ha llegado a un punto en el que han tenido que realizar campañas informativas en las que explican los riesgos de este animal a la población que incluso afecta a otros animales en peligro de extinción como lo son las esponjas y los corales, ya que consisten en su dieta principal.

Las toxinas que libera el gusano de fuego al clavar sus cerdas en la piel humana produce una sensación muy desagradable. Tras tener un encuentro con el invertebrado, la zona afectada del cuerpo comenzará a ponerse roja y se sentirá ardor, incluso, en casos más extremos se pueden producir pequeñas heridas o ampollas. Asimismo, los individuos que presenten una piel sensible pueden mostrar síntomas de alergia o dificultad para respirar.

Por ello, en caso de ser víctima de una picadura, lo más recomendable es lavar con agua de mar la herida, retirar las cerdas que se hayan podido incrustar en el cuerpo y aplicar compresas frías para reducir la inflamación. Es importante recordar que el dolor de estas picaduras puede ser intenso, pero no es mortal. No obstante, en caso de posibles dudas lo que se debe hacer es contactar con los servicios de emergencias.

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