Los vecinos de Mocejón, tras la detención del asesino de Mateo: “No le poníamos cara, no salía mucho de su casa”
Los vecinos intuían que el asesino de Mateo podía ser del pueblo, pero muy pocos conocían al detenido
“Todos estamos con mucha pena, de duelo, todo el mundo llorando”, lamentan los vecinos, que tratan de arropar a la familia del menor
El joven detenido por el asesinato de Mateo, a los agentes: "Ha sido mi otro yo, ha sido mi copia"
Mocejón permanece de luto ante el asesinato de Mateo, el niño de 11 años apuñalado el pasado domingo cuando se encontraba en un campo de fútbol jugando con sus amigos. Con una gran inquietud y miedo hasta la detención del asesino confeso, –un joven de 20 años con una discapacidad reconocida por un trastorno mental–, en la localidad toledana están sobrecogidos por lo ocurrido, como informan en el vídeo Jorge Arenas y Juan Tejón.
“Todos estamos con mucha pena, de duelo”. “Todo el mundo llorando”, cuentan los vecinos, mientras a la entrada del polideportivo donde fue asesinado Mateo se acumulan las muestras de cariño hacia la familia en un pueblo roto por la tragedia.
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Los vecinos han querido depositar velas y flores en memoria del pequeño, a las que suman también los mensajes desgarradores con los que los amigos de Mateo se despiden de él.
“Siempre estarás conmigo”. “Siempre te llevaré en el corazón”. “Eres el mejor”. “Te queremos mucho”, se lee en algunos de ellos, recordándolo.
El joven detenido por el asesinato de Mateo, vinculado a Mocejón
El pueblo permanece, aún sorprendido porque el autor confeso del crimen estuviese vinculado a Mocejón, aunque muchos intuían que el asesino de Mateo, en efecto, debía conocer la zona. Accedió al polideportivo donde el pasado domingo acabó con su vida, a alrededor de las 10:00 horas de la mañana, a través de un agujero en una valla que solo conocían los residentes.
“No se lo esperaba nadie”. “Que sea de aquí mismo nos ha impactado a todos más”, dicen hoy los vecinos, que con la detención respiran un poco más aliviados al respecto de que pudieran producirse otros ataques.
El detenido es un joven al que, no obstante, pocos conocían en el pueblo: “No le poníamos cara porque ese chico sí que tenía aquí familia, pero no salía mucho de su casa”, cuentan.
Sin embargo, los pocos que lo recuerdan coinciden en que tanto él como su hermano no se comportaban de manera normal: “A nivel motor, a nivel cognitivo, a nivel social, conductual… son particulares”, asegura una vecina.
Respecto al padre, cuentan que es un hombre al que le costaba también relacionarse con los vecinos del pueblo, un pueblo que poco a poco espera recuperarse de una tragedia difícil de asimilar.
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